Un buen día, se les cayó una bellota y fue a parar al sótano sin que nadie se diera cuanta de ello. La bellota comenzó a echar raícez, que en poco tiempo llegaron a rozar el suelo del bosque. Cuando la anciana vio lo ocurrido sugirió hacer un agujero en el suelo para que la encina pudiera seguir creciendo.
miércoles, 27 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La vieja esa asusta, ¿no tenías otra foto?.
ResponderEliminar